Amor por las matemáticas

Shandy una chica bajita y tímida, camina por el recinto de la universidad es su primer día de clase, está tan nerviosa como el primer día de escuela cuando fue al jardín de niños, viste como si fuera a un evento importante, quiere dar la mejor impresión en el primer día. Shandy ha escuchado anécdotas sobre la educación superior, aquel mundo de mucho café en las madrugadas, en la que las horas parecen ser más largas, donde los libros son pesados por la cantidad de palabras que contienen y donde los profesores son como tiburones buscando presas. Todo por obtener un papel que supuestamente le garantiza tener un futuro mejor.
El campus es un lugar tan grande para una jovencita como ella, se siente como una niña perdida buscando a sus padres. “Aula B15” es lo que lee en su horario de clases, pero el lugar es tan grande que no sabe por dónde empezar, como estar dentro de un laberinto. La universidad comienza a intimidarla, tal vez es cierto lo que dicen. Un joven se acerca y ella aprovecha para que le guie.
- Disculpe ¿Dónde está ubicado el aula B15? -pregunta Shandy.
- Las letras indican el piso donde está ubicado el salón, el primer piso es A, el segundo B y el tercero C. Cada salón está enumerado en orden, por lo que, por ejemplo, el salón B05 le sigue el B06 y el anterior es el B04. Solo debes subir al segundo piso y guiarte por la numeración. Si sigues por este lugar encontraras la escalera para subir, ahí mismo veras el salón B05, te guías de ese.
- ¡Muchas gracias!
- De nada.
Shandy se guía de lo que le dijo aquel estudiante, sube al segundo piso y observa que en la esquina de la derecha está el aula B05 y en la izquierda el B06, por lo tanto, sigue hacia la izquierda. Tal como le dijo cada aula aumenta la numeración a medida que camina por aquel pasillo por donde han caminado profesionales. Algunas de las aulas están vacías, otras en clases. Una sensación de emoción y a la vez de incertidumbre le invade. Saber que ha llegado a tal grado la hace sentir orgullosa de si misma, de lo que se convertirá en varios años, pero tiene miedo de no dar la talla, de que la academia sea más de lo que ella puede soportar, que los maestros sean tiburones difíciles de saciar.
Mientras camina se acerca al aula, se siente nerviosa, ¿estará la profesora ya en el aula?, ¿será muy exigente?, ¿podré hacer compañeros?, ¿será tan escalofriante como lo pintan?, se pregunta Shandy mientras camina por ese largo pasillo. De repente, ella se detiene, algo le ha llamado a la atención en el aula que acaba de pasar, se devuelve y cuando observa hacia aquel salón de clases un joven está escribiendo en una pizarra, está el solo, el aula parece muerta, solo el chico frente a dos pizarras mientras resuelve un problema matemático. Las pizarras a pesar de ser lo bastante largas para cubrir la pared que ya es grande el aula de por si está llena casi por completo de números, signos y letras, que hasta le parecen casi ilegibles a Shandy, como si tuviera observando jeroglíficos.
- ¿Puedo pasar? -pregunta Shandy con la timidez que la caracteriza y con esa curiosidad de saber lo que anda haciendo.
- Pasa no hay problema.
- Disculpa si te estoy molestando, parece que andas en algo muy importante.
- Descuida, no hay problema, no es nada del otro mundo, solo es un pequeño problema matemático que ando estudiando.
- ¿Pequeño? Por lo que veo pequeño no es.
- Supongo que lo dices porque vez la pizarra llena, no deje que te asuste. Por cierto, creo no te había visto antes, ¿Qué es estudias?
-Letras.
-Seguro no nos hemos visto por eso, ya que somos carreras muy distintas.
-En realidad soy nueva, en mi primer día de clase y tengo letras hoy. Tal vez no lo encuentres tan interesante como las matemáticas.
-Al contrario, todas son interesantes e igual de importante, cada una da su granito de arena para desarrollar nuestra especie.
-Que bueno encontrar alguien que aprecie lo que hago. Seguro debes ser el mejor de la clase por lo que veo, debes ser muy inteligente.
-No lo sé, tal vez solo soy alguien que ama las matemáticas. -dice aquel joven mientras observa la pizarra- Las matemáticas es el lenguaje con la que describimos el universo, a tal punto que podemos hacer predicciones exactas o aproximadas a cualquier fenómeno que deseemos estudiar. Muchos de los grandes descubrimientos se llegaron por medios de las matemáticas, que nos describe desde las cosas más pequeñas como una partícula hasta cosas tan grandes como una galaxia. Con matemáticas podemos saber cosas como el rango de propagación de una epidemia, la probabilidad de que salga un número determinado de un dado y muchas otras cosas más, con las cuales podemos construir cohetes que pongan en órbita satélites, en si, toda la ingeniería requiere matemáticas, parte del desarrollo de nuestra sociedad moderna se la debemos a las matemáticas. Para muchos son simples números, para mi es una conexión con el cosmos.
Aquel joven mira hacia la pizarra cuando dice estas palabras, Shandy ve en él un chico que parece estar enamorado, como si disfrutara lo que hace, como si existiese una conexión casi espiritual entre él y los números, esos ojos como la de un chico que ve al amor de su vida frente a él. Shandy se maravilla de sus palabras, de cómo habla sobre las matemáticas con tanto amor, un campo que muchos detestan por lo complicado que puede ser.
-Yo adoro las letras, pero creo que tu amor por las matemáticas es aún más fuerte que el mío por las letras. Puedo notar en ti que disfrutas resolver problemas matemáticos, y de seguro podrás resolver este problema, que no lo entiendo, pero seguro debe ser difícil.
-Dudo que resuelva este problema, tiene siglos sin resolverse y creo que durara un tiempo más para que alguien lo resuelve, difícilmente ese sea yo. Este es uno de los 7 problemas matemáticos del milenio, se llama la Hipótesis de Riemann, los demás problemas son la conjetura de Birch y Swinnerton-Dyer, la conjetura de Hodge, la existencia y unicidad de las soluciones de la ecuación de Navier-Stokes, la conjetura de Poincaré, el problema P vs NP y la teoría cuántica de Yang-Mills. De todas estas la conjetura de Poincaré es la que ha sido demostrada.
-Suenan complicadas, supongo que quien resuelva esos problemas pasará a la historia.
-Si, y además el Instituto Clay de Matemáticas le otorgará un millón de dólares a quien resuelva y haga las demostraciones de estos problemas.
-Si sigues como vas tal vez lo ganes. Seguro serás un gran matemático cuando termines la carrera.
-Si lo lograse no lo hubiese hecho por el dinero, ni por pasar a la historia, lo haría por el placer de resolver o demostrar un problema que tiene siglos sin ser resuelto. Sería algo excitante, como cuando pasas el jefe final de un juego de video.
-Disculpa mi ignorancia, pero podrías explicarme lo que significa lo que haces en la pizarra y por qué es tan importante además de no ser resuelto aún.
El joven se acerca a la pizarra y le explica la hipótesis de Riemann.
-Será un poco complicado de explicar, pero trataré. Esto que vez aquí que parece un 3 volteado es el signo sigma (Σ) y se utiliza para representar una sumatoria, en este caso la serie infinita de 1/n^s, supongo que debes recordar las series, pues es algo que viste en la secundaria. Esta sumatoria infinita que vemos aquí es la función Z de Riemann, el caso es que podemos jugar con los valores para la potencia “s” en dicha función y obtener resultados como estas graficas que vez, tal vez para alguien que no maneje las matemáticas no comprenda la importancia de esto, pues al realizar un análisis de esto podemos observar que todos los ceros no triviales de esta función se ubicarían en el centro de esta zona critica, para todos los números de “s” cuya parte real sea 1/2. -En ese momento se entusiasma por lo que dirá a continuación. - Observa esta grafica de acá, ¡vez como la línea pasa tantas veces por el cero! ¡no te parece hermoso! Si alguien llegase a demostrar que en esta línea crítica están todos los ceros de la extensión analítica de esta función resolvería el problema. Pero lo más importante es que la ubicación de estos ceros nos daría pistas de cómo se distribuyen los números primos, pues nos daría la ubicación de cada uno de ellos. Esto tendrías varias aplicaciones en las matemáticas, pero más aún en la computación. Un amigo profesor de computación cuando hablamos sobre el tema me contó que los cifrados como el RSA, algo así creo que se llaman, se basa en la imposibilidad de factorizar enteros que son producto de dos números primos muy grandes. Una demostración de esta hipótesis nos daría pistas de cómo realizar esta factorización y romper los sistemas de seguridad más seguro del planeta, - en ese momento su cara se nota seria. - por lo que también sería escalofriante tener el poder para hacer que nuestro sistema de comunicaciones sea inseguro.
-Creo que me va a dar un dolor cabeza con todo eso que me dijiste, la verdad aun no comprendo mucho, solo entendí la parte de que esto daría pistas de donde se ubican los primos. Las matemáticas no se hicieron para mí.
-Con un poco de bases puedes lograr comprender todo esto más a fondo, es normal que la primera no entiendas.
Shandy acaba de recordar que tiene clase, observa su reloj y se da cuenta que ya empezará la clase por lo que se despide del agradable joven que ama las matemáticas.
-Lo siento, tengo que irme, tengo clases ahora mismo. Mucho gusto conocerte.
-Igual lo fue para mí, y más por dejarme compartir mi pasión contigo. - Aquel chico sonríe y hace que Shandy se sonroje por aquellas palabras hacia ella.
Shandy se retira del salón y camina a pasos acelerados hacia el aula B15. Al llegar al aula la ve llena, pero toma un respiro al darse cuenta que la profesora no ha llegado, se dirige a una de las butacas que están vacías al fondo, se sienta y casi al instante la profesora entra al aula para comenzar la clase. Es la primera materia de letras, ella presta total atención a cada palabra de la profesora, quiere ser tan bueno en su área como lo es aquel chico. La profesora en el transcurso de la clase dice algo que llama a la atención a Shandy. - Deben tomarle amor a esto si quieren pasar esta materia con buenas calificaciones. - Las palabras de la profesora le recuerdan a aquel chico y a la vez que se le olvidó preguntarle su nombre y tener su contacto, estaba tan pendiente a las palabras de aquel apasionado chico que se le olvidó presentarse, también por que se le hacía tarde olvida tomar su contacto, espera que al terminar la clase aun él esté en esa aula.
Termina la clase, Shandy se apresura, recoge sus cosas y camina hacia aquella aula donde conoció aquel chico de ojos claros que en su mirada reflejaba su cariño hacia los números. Llega al aula, pero está llena de estudiantes, pero lo que más le sorprende es ver al joven explicando la clase mientras escribía en la pizarra.
-Newton para poder resolver problemas físicos de la época necesitaba saber la razón de cambio de funciones que describían estos problemas, pero no existía las matemáticas para aquel tiempo, pues esto requería conocer la pendiente de la recta tangente de una gráfica en un punto específico, algo que no se sabía cómo hacerlo para ese entonces. Pero Newton y Leibniz se le ocurrieron al mismo tiempo una grandiosa idea, -Aquel joven dibuja la gráfica de una curva en la pizarra. - se podría saber la pendiente de la recta entre dos puntos de la gráfica por medio de esta ecuación, la genialidad es que si queremos saber la pendiente de la recta tangente en un punto dado solo habría que poner otro punto en la gráfica y como se sabe encontrar la pendiente de la recta con ambos puntos podemos obtener la pendiente para ambos, solo es cuestión de acercar ese segundo punto hasta que la distancia entre ambos puntos sea cero, así técnicamente haríamos desaparecer el segundo punto y como vemos esto nos revela cual es la recta tangente del primer punto que es el que queremos saber. Esto lo podemos simular con la ecuación siguiente y como lo que queremos es hacer la distancia cero usaremos limites, así encontraremos el límite de esta función cuando la distancia tiende a cero y esto nos dirá cuál es la pendiente de la recta de esta gráfica en dicho punto y con ello podemos obtener la razón de cambio para ciertas funciones. Esto que hicimos acá es a lo que llamamos derivada, es parte fundamental de la clase de cálculo y lo veremos muy seguido.
El joven voltea para mirar a sus alumnos y seguir explicando la clase, pero en ese momento observa a Shandy en la puerta y se alegra de verla. Shandy está paralizada por lo que ve, nunca imaginó que sería un maestro de matemáticas, es tan joven aquel chico para ella darse cuenta que es maestro.
-Hola, que bien verte de nuevo hoy. - él se voltea y ve a su clase. - Ella es nueva, trátenla bien y cuando la vean háganla sentir como en casa. - Le pide unos minutos a sus alumnos para conversar con Shandy, se acerca a ella.
-Disculpa si te interrumpo otra vez. Solo vine a presentarme, se me olvidó preguntarte tu nombre. Me llamo Shandy.
-Descuida, eres bienvenida en mi clase, soy el profesor Ángel, como te das cuenta soy profesor de cálculo. Si quieres anota mi contacto para que podamos charlar. -Ángel le da su contacto a Shandy.
- ¡Gracias! No te interrumpo más, pues tu clase te espera.
- ¿Tienes clase a la misma hora mañana?
-No.
- ¿Quieres aprender matemáticas? Descuida, no te voy a cobrar.
- ¡Me encantaría!
-Ok, nos vemos mañana aquí.
Shandy sale con una sonrisa en su rostro, ha quedado maravillada por la persona que acaba de conocer y le emociona que le va enseñar matemáticas, tal vez, lo que le emocione sea algo más que la matemática, tal vez, algo de ese amor por los números la contagiase a ella, tal vez, ella no se ha dado cuenta que busca en él que ame a alguien más además de las matemáticas.
Miguel Iván Acevedo (Bobadilla)
Puerto Plata, República Dominicana
5/10/2017

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