Estar atentos a posibles censuras ideológicas en las investigaciones universitarias




Quiero compartir un incidente que ocurrió con una investigación que realicé para la Universidad Autónoma de Santo Domingo con fines de obtención de grado que fue publicada a principios de este año. Primero vamos a contextualizar el problema. La investigación fue sobre la informática educativa en el campo aplicado de las matemáticas o que es lo mismo en la construcción y uso de herramientas informáticas para el proceso de enseñanza y aprendizaje de las matemáticas -pueden encontrar dicha investigación en la biblioteca del CURA-UASD, aunque también ando preparando un libro sobre este tema-. Para la investigación además de un análisis de otras investigaciones similares y el análisis y desarrollo de sistemas educativo para matemáticas en el mercado, recolectamos una muestra de estudiantes de las universidades del municipio de San Felipe de Puerto Plata de República Dominicana con la finalidad de obtener información del aprovechamiento de estos recursos por parte de los usuarios estudiantiles.

Como instrumento de investigación utilizamos un cuestionario, que tenía preguntas variadas como si usan estas herramientas, si les funciona en su aprendizaje, cuales tipos de herramientas usan, el tiempo que consumen en su uso, entre otras. Sin embargo, me di cuenta de algo, que necesitábamos un control ya que si un estudiante decía que no utilizaba estos recursos o no le funcionaba debíamos estar seguro de que no se debiera a dificultades con el uso de herramientas tecnológicas, por lo que agregamos esa pregunta al cuestionario, es decir, que si tienen buen manejo de la informática. Pero, esto me llevó a otro problema, y es que los intereses de los hombres y mujeres eran diferentes, ya que hombres se inclinan más hacia campos de ciencias e ingeniería y las mujeres humanidades. De allí que se me hizo necesario separar el estudio en sexos, para tener un control sobre esto y ver si encontramos una diferencia relevante a la hora de tomar en cuenta los sexos. Pues teníamos que saber si los intereses innatos de cada genero puede producir diferencias en como usan estas aplicaciones y en el rendimiento del aprendizaje, por lo que uno de los objetivos específicos de la investigación era saber si estas diferenciaciones se daban en el uso de estas herramientas.  

Antes que me vengan a saltar con eso de que estas diferencias de interés de género es una construcción social a causa de la desigualdad de género donde se inculca a los niños y niñas desde pequeño a tomar ciertos intereses se los voy a refutar con un estudio que se realizó a 53 países, donde se contemplan países con altos niveles de igualdad de género. Los resultados del estudio dieron que sin importar la cultura y los niveles de igualdad esta diferenciación de intereses por parte de ambos sexos era notoria, incluso se descubrió que esta diferenciación de interés se potenciaba a medida que se es una nación más igualitaria[1]. Incluso hay un documental bastante interesante llamado “El género y sus paradojas en la sociedad más igualitaria (Noruega)” que se puede encontrar en YouTube sobre el tema, donde se habla del caso de Noruega uno de los países más igualitarios del mundo[2]. ¿A qué se puede deber esto?, esto puede ser explicado por un experimento que se realizó a neonatos, en la cual se observó que los niños mostraron interés por objetos y las niñas por personas[3], lo que puede explicar estas diferencias de intereses en la que el género masculino tienda a campos que interactúen con objetos y el femenino a campos que interactúen con personas. Con esto no quiero decir que no existan variables que son construcciones sociales, sin embargo, cuando nos referimos a interés específicos como los mencionado para los hombres y mujeres existen diferencias que son natas de estos. Es por ello por lo que a la hora de pensar en la manera en que los seres humanos construyen el conocimiento -lo cual es primordial a la hora de analizar y construir software educativo- es necesario tener en cuenta estas diferencias de intereses.

Teniendo lo anteriormente mencionado en cuanto a la investigación, al analizar los resultados descubrimos que, si hay diferencias entre ambos sexos, algo que se puede explicar con los estudios anteriores mencionados. En nuestro estudio observamos que el sexo masculino tiene un mejor dominio de la informática, y a su vez esto se relacionaba con datos como que un sexo tienda a utilizar herramientas mas complejas que el otro y que le dedique mas tiempo que el otro. No entraré mucho en detalle de los resultados, lo importante es saber que encontramos diferencias importantes cuando se analizó por genero. En el contexto de la investigación la complejidad de las aplicaciones o recursos se mide en base al nivel de desarrollo e implementación de esta, obviamente construir una aplicación en la que el sistema tiene que interactuar con el usuario por medio de botones, enlaces, eventos, etc. es más complicado que un recurso audiovisual basado en tutoría. Esto incluso podría ser explicado con la Teoría de que el sexo masculino se sienta atraído por objetos, de la que se basan las aplicaciones complejas, mientras que el femenino por personas, por lo que opte por recursos simples como los videotutoriales, que regularmente hay una persona que sirve de tutor. Aunque nuestro estudio se basa en los recursos informáticos y no es los individuos, tener este dato es de vital importancia para saber cómo los usuarios interactúan con estos recursos y así poder elaborar nuestras Teorías y recomendaciones.

Teniendo contextualizado la investigación podemos ir al problema. El caso es que como es normal en toda investigación esta debe pasar a revisión, entre uno de ellos hubo una mujer -que mi compañero de investigación sospecha que es feminista- que nos dijo que no podíamos poner ese dato de la diferenciación de género como objetivo específico ni en la conclusión y recomendaciones, que quitáramos el sexo de allí. Pero no solo los objetivos y conclusión fueron “censurada”, la investigación se dividía en 2 gráficas en el análisis general, una para la diferencia de universidades y otra de género, pero se nos pidió que quitáramos la gráfica de género en el análisis de los datos, aunque pudimos lograr que se quedara en la tabla y en la descripción del análisis, sentimos como que se intentó que lo sacáramos incluso del análisis de los datos. Quiero pensar que quitar dicha grafica sea por razones de economía, es decir, que como ya estaba en la tabla era incensario repetirlo en la gráfica, pero la manera en cómo se manejó y se nos dijera que no lo pusiéramos en partes del proyecto y de que suavizáramos esa información en el análisis me hace pensar demasiado que fue por otras razones. Para que puedan entender, el documento tenía casi 200 páginas, y bajó con todos los cambios que hicimos a 116 páginas. Aunque el documento tiene 130 hojas, ya que la numeración comienza más adelante, lo que anteriormente nos lleva a que tenía más de 200 hojas, es decir, un aproximado de 70 hojas salieron de la investigación.

Esto a mí y mi compañero nos sorprendió, porque ni siquiera era un dato sacado de una conjetura nuestra, eran datos empíricos, sustraído de información que suministraban los mismos encuestados. Consulté con otros asesores y me dijeron que le hiciera caso, incluso alguien me dijo que era un tema algo sensible y que debía entenderlo. A mí eso me dejó en shock, porque no esperaba algo de tal magnitud para una investigación que no iba salir de la biblioteca de la universidad, que solo era con fines de obtención de grado, por la que solo un puñado de personas tendría acceso a ella y que puede incluso no ser tan rigurosa como una investigación de alto calibre de las que se publican en revistas de ciencias, por lo que pienso que no debieron darle tanta importancia a ese detalle. Puedo entender un poco como estudios como el realizado por Theodore Hill y Sergei Tabachnikov sobre la variabilidad masculina fue censurado por presiones feministas[4], pues son estudios de alto calibre y con nombres de prestigio detrás de ello, que se iban a publicar en revistas importantes -revistas que luego por miedo decidieron no publicar dicho estudio-, aunque considero injusta y una falta grave a los valores de la ciencia que se censure por razones ideológicas.

Lo que me pareció chocante es que estudios como el de la variabilidad masculino y el que realizamos al observar estos problemas se buscó explicar esto y con ello proponer una solución, es decir, que estábamos ayudando a la causa feminista para tratar de disminuir dicha diferencia. Sin embargo, el sesgo de las personas no les permite analizar más allá de su ideología y solo ven posible machismo y misoginia. El otro problema es que a causa de estas personas algunos tengan miedo de si quiera defender o permitir estudios como este, por miedo a que los cataloguen de machistas y misóginos, por lo que su respuesta siempre será que es un tema sensible, como lo que sucedió con las revistas científicas que cancelaron la publicación de la investigación de la variabilidad masculina. Y puedo entenderlo, hay un miedo de por cualquier tontería te acusen de algo que no eres, en este caso, machista o misógino. Aunque aquí en República Dominicana aún no ha llegado esa ola de ofendidos como en otros países, seguro algunos prefieren prever que lamentar, ya que hay países que hasta pierdes tu empleo por ello o te dañan una hoja de vida por algo que no hiciste o no eres. Espero estar equivocado, y que en realidad esté exagerando, pero me parece demasiado sospechoso que esa persona nos dijera que no redactemos nada sobre la diferencia de género en las partes mencionadas de la investigación.

En caso de que en realidad hubo intereses ideológicos para no incluir la diferencia de género como objetivos específicos, en las conclusiones y recomendaciones, pienso que hay que tener bastante cuidado con esto, pues sería regresar a los tiempos de la inquisición, aquellos tiempos del oscurantismo donde en materia de ciencia solo se permitía decir ciertas cosas y lo que no le gustaba a la iglesia era censurado. Me considero una persona progresista, liberal y tal vez de centro izquierda, y pienso que es peligroso para la cultura de la ilustración que cosas como estas ocurran en el nombre de lo mismo por lo que luchamos. Esto derriba todo lo que hemos logrado durante la ilustración, no podemos permitir que ciertas ideologías penetren en la ciencia, porque estaríamos retrocediendo a un nuevo tipo de oscurantismo. Aunque en nuestra investigación solo se aplicó una “censura” parcial, lo cual no puedo asegurar al cien por cien que lo fue, me preocupa que el motivo si fuese ideológico, porque de ser así hay que frenarlo antes de que esté fuera de nuestro control. Espero que no fuese así, que es una malinterpretación nuestra, porque se me hace difícil creer que aquí estemos llegando a eso, que académicos se presten a esto.   



[1] Departamento de Psicología, U. E. (2010). Diferencias de sexo en los rasgos de personalidad y preferencias ocupacionales relacionadas con el género en 53 naciones: probando teorías evolutivas y socioambientales. doi:10.1007 / s10508-008-9380-7
[2] El género y sus paradojas en la sociedad más igualitaria (Noruega) (s.f.). [Película]. Obtenido de https://www.youtube.com/watch?v=xi40knT1mKs
[3] Jennifer Connellana, Simon Baron-Cohen, Sally Wheelwright, Anna Batki, Jag Ahluwalia. (2000). Sex differences in human neonatal social perception. Infant Behavior & Development 23, 113–118. Obtenido de https://www.math.kth.se/matstat/gru/5b1501/F/sex.pdf
[4] Polémico estudio afirma que “hay más hombres idiotas y geniales que mujeres”. (2018). Obtenido de https://www.sumarium.es/2018/09/20/polemico-estudio-afirma-que-hay-mas-hombres-idiotas-y-geniales-que-mujeres/


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