En la crisis política de Venezuela no hay buenos ni malos

Lo primero que quiero aclarar es que no soy politólogo, pero eso no me exenta de hacer ciertas apreciaciones sobre el tema de cual puedo equivocarme o no.
En la crisis política que se vive
en Venezuela en la actualidad (año 2019) podemos ver una especie de reanudación
-al menos es lo que aparenta- de la guerra fría en suelo latinoamericano en
donde se aprecia la división en cuanto al discurso político de la situación en
Venezuela. Esto se puede apreciar mucho mejor en como los medios de comunicación
abordan el tema venezolano bajo la perspectiva ideológica de cada medio, como
por ejemplo medios como Telesur y RT que venden la idea de que la oposición, USA
y la unión europea son malvados y tienen un plan malévolo contra el pueblo venezolano
y viceversa con medios como CNN y otros que los malvados son el oficialismo,
los rusos y cubanos.
En este juego de los extremos en la
geopolítica de crear buenos y malos es solo una herramienta utilizada por
potencias y medios para crear demonios y ofrecer salvadores, algo que se hace
de ambos bandos, porque estas potencias buscan tener influencia en el mundo con
fines geopolíticos, ideológicos y económicos. Para muestra de esto solo hay que
ver que de ambos lados del espectro político se han apoyado a dictaduras, ambos
bandos han armados rebeldes y cuando los rebeldes no son de su lado le llaman
terroristas, por lo que en realidad no apoyan un bando cualquiera por razones de
que son los buenos, más bien porque tienen intereses. Y esto no es algo que me
lo estoy inventando, así como intereses de los Estados Unidos han financiado e
incluso entrenado grupos paramilitares en oriente medio, así lo ha hecho Cuba
en América Latina.
El intervencionismo e injerencia ha
venido de ambos bandos, algo que no excluye a Rusia como en el caso de Crimea, que
no lo hizo por ser buena gente, pues hay intereses en los recursos y expansión militar
en aquella intervención. Pero no solo las intervenciones son militares, también
no militar, como influir en la cultura, algo que ha realizado ambos bandos, y
uno de los lugares que mas se ha realizado esto es en América Latina, y uno de
estos ejemplo es el marxismo cultural, y no, no hablo del neofeminismo, los LGBT
ni esas chorradas que nada tiene que ver con marxismo -con el simple hecho de que los Estados marxistas condenaban la homosexualidad es un ejemplo de ello-, hablo de la influencia del
marxismo promovido por intereses cubanos y en su tiempo por la Unión Soviética
de influenciar las masas por medio del arte, la música y la literatura, algo
que también hace el otro extremo político. Esto se veían y aun se ve mas presente en las
universidades, en donde ambos luchaban por meter estas ideas entre los jóvenes,
donde se manipula para crear ángeles y demonios en sus cabezas.
La situación que pasa Venezuela no
está exenta de esta lucha por la hegemonía política, no hay buenos y malos,
tanto los pro yankees como pro rusos tienen intereses dentro de Venezuela, los
rusos y aliados no apoyan al oficialismo por las buenas arepas, ni tampoco los
Estados Unidos lo hace por ayudar al pobre pueblo venezolano. Debemos de dejar
de ver héroes y villanos, y entender como funciona la realidad, no vivimos en
un comic, y las cosas son mas complejas de lo que las potencias y medios nos
quieren vender. Lo correcto es que veamos la situación con ojo critico, sin pasiones políticas, sin contaminación ideológica, ver mas allá de lo que ellos quieren que veamos.
Terminaré diciendo una cita de
Eduardo Iván León que publicó en su cuenta de Facebook: “El pez grande se come al chico. Si no es Estados Unidos es
China o Rusia. Y si ellos desaparecen, será India, Brasil o Japón.”
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